A buen seguro si nos preguntaran por cual es el texto en castellano más antiguo de la historia no sabríamos que contestar, pero si nos atreveríamos a afirmar que se guarda en algún lugar de la Biblioteca Nacional o en cualquier museo de España, pero para la incredulidad de casi todos, el texto en castellano con mayor antigüedad ha sido hallado estos días en Escocia en manos de un particular.
Este texto que cuenta con 32 grabados y 44 folios tiene por título “La historia de los siete sabios de Roma” y fue encontrado por la profesora María Jesús Lacarra, que trabaja a diario en Facultad de Letras de la Universidad de Zaragoza, de una manera cuanto menos curiosa.
Y es que esta profesora dió con este incunable mientras revisaba las obras que se encontraba en una base de datos digital inglesa sobre incunables. En la ficha de la obra se puntualizaba que para obtener más información de la obra habría que acudir a la Biblioteca de Edimburgo. Esta profesora aragonesa por supuesto no acudió a la Biblioteca, pero sí que se puso en contacto con ellos, que le ayudaron a ponerse en contacto con el propietario que finalmente y después de unas arduas negociaciones decidió enviarle una copia escaneada de la obra para su estudio y análisis.
Esta obra tiene una gran popularidad a nivel mundial y ha sido traducida a prácticamente todas las lenguas existentes. En un principio se cree que pudo pertenecer en el siglo XIX a la Casa Real Española, que se hizo con ella después de que fuera impresa en Zaragoza. Posteriormente la obra pasó a manos del pintor inglés Charles Fairfax Murray, un gran aficionado a los libros además de a la pintura y que vió como su prestigiosa colección era subastada después de su muerte. En esa subasta casi con total seguridad consiguió este incunable su actual propietario.
Sin duda alguna se trata de un hallazgo muy interesante y de un valor incalculable, que por desgracia y por el momento no podrá ser conservado y exhibido en España o en cualquier país donde el castellano sea la lengua oficial y seguirá en Escocia donde su propietario no sabía que tenía en su poder el texto en castellano más antiguo de la historia.
Excelente descubrimiento ojalá pronto podamos conocerlo.
En hora buena !!!
Me intriga saber que dice el texto…
¿Se refiere al siglo XIX antes de Cristo. ?
Pues anda que no deja dudas este mal redactado artículo:
Resucitó el pintor para ver la subasta?
De qué fecha es el documento? Desde luego que sí es del s. XIX no es muy antiguo….
Es más antiguo que el romance del Cid del siglo XII/XIII?
«Posteriormente la obra pasó a manos del pintor inglés Charles Fairfax Murray, un gran aficionado a los libros además de a la pintura y que vió como su prestigiosa colección era subastada después de su muerte.» Dichoso el pintor inglés, que después de su muerte vio como le subastaban su colección. Le debió de vender el alma al diablo para poder conseguir ver la subasta. Qué lamentable artículo, qué mal expresado todo. El autor debería sonrojarse.
despues de ver como esta redactado y las incongruencias que dice, uno duda de la veacidad de la noticia.
Así es, yo también creo que no se le debe dar más crédito a la misma.
No sólo está mal redactado, sino que carece de todo rigor. Un incunable es un libro impreso, esto quiere decir estampado por un método de impresión normalmente denominado imprenta. Los libros impresos más antiguos conocidos son del siglo XV, por lo que según lo que el texto nos dice, tendríamos que suponer que esa obra incunable en castellano se podría retrotraer como mucho a ese siglo, el XV. Pero no, entonces no sería el texto más antiguo en castellano, por lo que nuevamente tenemos que corregir el artículo y donde pone incunable suponer que quiere decir «iluminado» o «miniado» que son los libros que sobre pergamino y no sobre papel como los impresos, se realizaban a mano normalmente por monjes escríbanos y copistas. Si la imagen que aporta el artículo se relaciona con el texto aludido, esa imagen es la de un libro iluminado a mano sobre piel de cabritilla conocido como pergamino. En este caso, podríamos suponer que es anterior los localizados en el monasterio de Valpuesta, a 90 kilómetros de la capital burgalesa. Allí se encontraron los documentos más antiguos (del siglo IX) que incluyen términos en castellano, en oraciones en las que el latín iba desapareciendo y se apreciaba el orden lógico del nuevo idioma.
Estos escritos eran conocidos como Cartulario de Valpuesta y el historiador clásico y de referencia de la lengua, Ramón Menéndez Pidal, ya los mencionaba en su estudio Orígenes del Español.
No sería de extrañar que quizás después de tanta incongruencia el pintor y coleccionista Charles Fairfax Murray vuelva a levantarse de la tumba a poner orden de nuevo
Además, dice que «vió cómo su colección fue subastada después de su muerte…» ¿Qué tal?
Y la foto es de un libro escrito en algo que parece francés…
Un texto medieval ilustrado con ‘grabados’ ? A ver si estudiamos un poquito!!!